martes, 1 de agosto de 2006

¡ANDO BUSCANDO LA SENCILLEZ!
(con los ojos vendados, no vaya a ser que la encuentre...)

Salpicón

Hojas. Hojear la vida. Echarle un vistazo, no demasiado profundo, por las dudas.
Ir a la plaza, a la vuelta, a la hamaca. Hamacar la vida, no demasiado fuerte, para no marearse. Mediocridad.
Mirar alrededor, buscar encuentros, no demasiado cercanos, por miedo. Soledad.
Vivir solo, andar, caminar, pisar, apoyar el pie en el suelo, la zapatilla, suela con suelo. Superficial.
Mirar, observar, mover los ojos, las pestañas, enfocar el sentido visual. Exilio de la mirada. Y de nuevo la Soledad.

Y somos tantos, tan, tan, tan pocos, casi nadie. Una hormiga camina y encuentra una hoja, la miro y me mira, somos iguales, tenemos sueños, ella sueña con la hoja, yo con las hojas, las mías blancas, las de ella verdes, que más da, el sol nos ilumina.

Mezcla de colores, mi cabeza es un paisaje de pintura.
Rosa, el mas hipócrita, el vacío que seduce tiernamente, y dentro no lleva nada.
Verde, el color que nos acompaña, inevitable sombra del hombre, la espera de Vladimir y Estragón.
Celeste, Padre de las preguntas. La creencia, descreencia, el miedo, el fanatismo...
Amarillo, el color de los recuerdos, la foto añeja, los bordes borrosos.
Blanco, el ideal. La nieve sin pisar.
Negro, el amante de la claridad.

Pasto, suelo sin suelo.
Cielo, techo sin techo.
Cuando miramos para arriba
Cuando miramos para abajo
Todo sucede abajo
Nada sucede arriba
Todo sucede dentro
Nada sucede fuera
Sol-edad, una vez más.

todo lo que puedo ver todo lo que puedo ver es un territorio plagado de objetos, hilos, colores y figuras extrañas moviéndose, acercándose...