martes, 25 de septiembre de 2007



En el diminuto planeta de los gestos habitan los héroes, que luego de un sinuoso viaje, arriban a nuestras banales realidades para salvarnos la vida, superando la ficción.

Espasmo luego de ver “Stranger than Fiction”

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Hilos y juegos.

En el medio del hueco hay un nudo.
El nudo es ciego.
El nudo duele, a veces como duele un alfiler empotrándose en la planta del pie, otras duele como música-triste-de-fondo, y a veces solo se asemeja al estornudo delator de la nariz afectada por el polvo bajo la alfombra.
El nudo está configurado por un conjunto confuso de hilos entrecruzados, de variados colores y grosores. El punto donde los hilos se anudan (en el medio del hueco) es el punto donde conversan, como conversan los chinos con los samoanos en las escenas de amor, de dolor, de miedo.
El nudo es ciego, ¿ya lo he mencionado? No puede verse ni ver, solo es, y es en el medio del hueco; insisto en esto, porque los nudos de esta especie solo habitan en lugares despoblados, espacios vacíos; como las preguntas sin respuestas, como los nidos sin aves, como la miel sin sabor, el ruido sin oídos; redundante es enumerar lo más enumerado.
Este nudo ciego, que además de ser ciego por no poder verse ni ver, es ciego porque no puede desatarse; este nudo es el correlato del agua resbalándose entre los dedos, a cada instante, en cada lugar, de manera insalvable. Correlato de la canilla llenando esa botella de plástico plagada de hoyos, sostenida por el niño que aguarda entusiasmado.

En el medio del hueco un nudo, y yo aquí marioneta de aquellos hilos.
En el medio del hueco un nudo, y yo aquí, niño esperando la botella se llene.
En el medio del hueco un nudo, y yo aquí entre hilos y juegos.

todo lo que puedo ver todo lo que puedo ver es un territorio plagado de objetos, hilos, colores y figuras extrañas moviéndose, acercándose...