vosotros tumbareis
se te incrustan en el pecho
no sabés
por qué,
pero sí sabés que tiene que ver con tu nombre.
como un
juego de encastre:
un sonido,
un color, un niño, un viejo, una pluma en tu ventana
acoplándose,
encajándose,
en los
huecos del pecho.
recordándote
que.
podés estar
en el medio de la calle,
no les
importa, te tumban.
hay que
tener cuidado
con los
nombres.