martes, 15 de septiembre de 2015

Correr

hay un discurso
que corre solo.
y somos justamente allí,
por fuera de la soledad
del maratonista.

ese discurso nos dicta,
como maestra de primaria:
qué queremos,
qué nos duele,
qué nos falta,
qué nos quitaron.

hay que tener coraje
para subvertir los nombres.
y quedar a la intemperie
del deseo.

martes, 8 de septiembre de 2015

Trabajar

ella paseaba en su mano una ceniza
de por lo menos un centímetro y medio

no la pude seguir escuchando
me acordé de algo que escribí siendo más chica
 “ojala siempre se me enfríe el té cuando leo.”

ojala a su edad
las cenizas en mi mano
sientan vértigo

y al mirarlas estrellarse en el suelo
las olvide en mis ojos
ante el repentino recuerdo
de algo que escribí siendo más joven


miércoles, 27 de mayo de 2015

Sobre el poema soledades, de Benedetti

es tan cruda la verdad a veces
que las personas que ya han dejado de amarse
construyen una escenografía del amor
para no enfrentarse con la aridez
de encuentros agotados.

es tan cruel que no haya inicio
que pueda escapar de su final
que resulta menester un coraje robusto
para asumir que donde hubo un río
solo restan piedras horadadas.

es tan abisal la verdad
que no enjuiciaría a los que observo
llevando y trayendo las maderas y cimientos
para construir con experticia conmovedora
las mejores obras del refugio.

no los juzgaría aun siendo palpable
que la tristeza de habitar un vacío teatral
sean equidistante a la de abrazar la intemperie
y saberse en soledad.

todo lo que puedo ver todo lo que puedo ver es un territorio plagado de objetos, hilos, colores y figuras extrañas moviéndose, acercándose...