...
en un conventillo del siglo XVII
fundado por uno de los seis jesuitas,
descansa mi memoria.
A veces la vida es tan cabrona,
que pierde los recuerdos a estrenar
en adoquines demasiado antiguos.
A Nacho y Vero
todo lo que puedo ver todo lo que puedo ver es un territorio plagado de objetos, hilos, colores y figuras extrañas moviéndose, acercándose...
2 comentarios:
en memoria de la memoria perdida, era una memoria tan stick
amplio JA, amplio!
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