martes, 19 de febrero de 2008


...
en un conventillo del siglo XVII
fundado por uno de los seis jesuitas,
descansa mi memoria.
A veces la vida es tan cabrona,
que pierde los recuerdos a estrenar
en adoquines demasiado antiguos.

A Nacho y Vero

2 comentarios:

Ignacio Camara dijo...

en memoria de la memoria perdida, era una memoria tan stick

Lucía Peretti dijo...

amplio JA, amplio!

todo lo que puedo ver todo lo que puedo ver es un territorio plagado de objetos, hilos, colores y figuras extrañas moviéndose, acercándose...