lunes, 2 de febrero de 2009

Mi Norte

Las quenas, los sikus, los valles respirando entre la aridez de los cerros, los abismos que los rodean, adulándolos. Todo en el norte es aire entrando en el pecho. Un canal de aire hecho agua salvaje, desafiando rocas, salpicando, invadiendo, inundando. Todo en el norte es espacio. Es abrir los brazos hasta casi desprenderlos del cuerpo, sin tocar nada alrededor, siendo en cambio uno abrazado por la inmensidad. Abrazos esos que nunca atrapan. Como un paisaje del amor.

La ambiciosa flor naciendo en pequeños cactus, el hilo de agua corriendo a duras penas entre los rocosos caminos, la mirada rodeada de una piel curtida por un sol que la ha confundido con la tierra, cada noche estrellada que me ha acostado a contemplar. Todo me ha dicho que soy libre. Me han dicho los cerros que aquello que me sujeta no es sino una cuerda que aprieto con la fuerza de mi mano. Que la libertad más grande es la de detenerse a mirar a los ojos, a quien uno quiera, donde sea. Dedicar,se, convidar,se. Que la libertad más grande es ser el tiempo de otros, ser las manos que apretándose llenas de la misma tierra, se confunden en lo ajeno y lo propio. Maimará. Hornaditas. Maimará. Embriagado el pecho de norte, no me queda más que contagiar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

AAHHH SII EL NORTE
exactamente esa palabra que has utilizado querida amiga..
"inmensidad"
no hay palabra más exacta
pero esa inmensidad,es dulce. Uno se siente chiquito como quien se compara con sus padres a la edad de cinco años... y cree que nunca va a poder mirarlo desde abajo, pero aun asi está feliz de ello.

horacio dijo...

el norte; inmensidad en el pequeño mundo nuestro...o, mundo nuestro en lo desconocido, camino hacia el misterio del amor...

todo lo que puedo ver todo lo que puedo ver es un territorio plagado de objetos, hilos, colores y figuras extrañas moviéndose, acercándose...