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salguero vintage
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cada vez más copada con la rue salguero: su gris, su atemporalidad. la zapatería esquinera con esos precios de dos cifras en papel batik; los locales insólitos por específicos: uno donde sólo hacen plastificaciones (¿quiénes son los clientes aparte de las reminiscencias noventosas?), y otro que sólo vende… jabones; la vereda del San Roque “viejo”, en fin… nada compite con la boutique donde varias veces apoyé la ñata sin entrar. hoy me mandé y resultó ser un ternurón: un viejo dúplex, alfombra roja sobre la que se paran los percheros, de fondo la cocina con sus tazas, calefón y lavadero, y al medio en bisagra, andrés zurciendo en una máquina de coser. me senté-india a revolver esa feria americana, mientras escuchaba el sonido del trabajo textil. llevé dos remeras que en realidad ni llevé ni pagué, pero que sé me esperan porque sí me llevé la palabra del costurero y sí dejé unas monedas como seña. llegar a la citadina illia subiendo por la rue salguero a veces es como llegar al final de un cuento, con la nostalgia dulce de poder volver luego a la primera hoja.