sábado, 23 de junio de 2007

Desayuno

Untando el cuchillo en esa mermelada ácida, cítrica, anaranjada. La tostada, quemada, seca y fría. Viene bailando un perruno pelo negro en el aire. Se detiene en mi mermelada. Evidentemente, muy cómodo en la pegajosidad se instala. Muerdo. Un asco. Luego de un intento fallido, retiro el pelo de entre mis dientes, me ensucio los dedos con el dulce. Leche cortada, mojada en un té tibio. La reciente sensación de un- perruno-pelo-entre-mis-dientes hace que el trago sea profundo, seguro. Descubro mi ignorancia hacia el estado de las cosas. El azar y quince dioses distintos reciben acusaciones en varios idiomas. Mordemos de nuevo, y renegamos la ausencia del milagro, el mismo amargo sabor. ¿Por qué no puedo lanzar la taza, y hacerla estallar contra la pared? Mancharía, estigmatizaría a la pared, aunque a la completa cocina no le interese, de todos modos no lo hago. Aguanto. Racionalizo un nefasto desayuno. Estiro mi brazo con la intención de buscar papel para secar mi par de embadurnados dedos, tiro la taza con el codo en el recorrido, al estado de las cosas no le interesan las intenciones. Primer pensamiento ¿porqué no hice estallar la taza contra la pared hace medio minuto? Té frío con leche cortada chorreándose en mis pantalones, a mi pie llega una gota valiente, menudas migas de tostadas secas hacen la planchita en el charco que hay en el piso. Racionalizo, pienso en el color de mis pantuflas y en cada uno de mis pasos. Al alejarme de la escena, veo cuán ridículo se ve todo con algo de distancia, el silencio de la casa vuelve todo más grotesco. Viene el dueño del pelo, y pisa, si, pisa ahogando barcos, y después con toda su euforia me regala un abrazo de patas negras llenas de desayuno. Río.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que desayuno tan disparatado y ciroso.... jajaja! si esas pantuflar hablaran!

Anónimo dijo...

eeeepa PEPA!

todo lo que puedo ver todo lo que puedo ver es un territorio plagado de objetos, hilos, colores y figuras extrañas moviéndose, acercándose...