sábado, 16 de agosto de 2008



Y he de comenzar a arrancarme de la piel tantos mundos, tantas ciudades que no son sino cemento y tiempo gris-muerto. Y he de sangrar por las ideas para que el tacto sea posible. Resignar una porción de esta subjetividad para sentir el aroma de una flor penetrar en la nariz, para escuchar los sonidos alrededor. Y he de morir para amar.

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todo lo que puedo ver todo lo que puedo ver es un territorio plagado de objetos, hilos, colores y figuras extrañas moviéndose, acercándose...